domingo, 12 de octubre de 2008

¡Precaución! Paso de Unicornios

Los procesos mediante los cuales la ciencia y la pseudociencia alcanzan sus conclusiones y las argumentan, vienen por calles muy distintas. Mediante la investigación, cualquier honorable trabajador del quehacer científico acumula elementos de juicio que soporten las ideas propuestas, basando sus conclusiones en pruebas, mientras los charlatanes sustentan sus aseveraciones en… eh… ummmm… bueno prosigamos.

La Ciencia en general se ajusta con rigurosidad al confiable respaldo del
método científico, primero observando los hechos, luego planteando una hipótesis, que finalmente será sometida al implacable escrutinio de la experimentación, la cual arrojará resultados, que una vez comparados con lo propuesto por la conjetura previa, la validarán o demostrarán su falsedad, siendo ambos resultados un rotundo éxito, pues en el primer caso se habrá aprendido un poco más de cómo funciona el universo, mientras que en el segundo se habrá despejado la duda de que lo que originalmente se propuso no describe la realidad, siendo por ende inoperante para predecir resultados futuros del fenómeno en estudio.

Por otra senda muy distinta transitan los timadores que pretenden disfrazar de ciencia sus engañifas, buscando, o bien sesgar los resultados que arrojan sus supuestos “estudios”, o bien proponer “pruebas” imposibles de contrastar, todo ello con el fin último de demostrar que son poseedores de la divina verdad sobre el cosmos, por cuanto usted, estimado lector, debe poner una muy buena suma de dinero en el bolsillo de estos vividores para compartir tan trascendental conocimiento. Mediante el gráfico que se aprecia junto a este párrafo, el cual pede ampliarse mediante un clic, expongo mi visión del método Pseudocientífico, ironía incluida.


Es de suma complejidad alcanzar modelos matemáticos, o de otra índole, que representen con precisión la realidad que nos rodea, permitiendo la caracterización de los procesos naturales y aquellos que no o son, dado que el mecanismo de auto corrección del que es objeto permanentemente la ciencia, siempre dará a conocer, sin pudor alguno, cualquier inconsistencia en la que incurra un noble científico al exponer una hipótesis, por más carismático que este sea. Contrariamente a este totalitarismo de la razón, en la dorada pradera de la pseudociencia es posible seguir adelante con cualquier idea por absurda que sea, pues ningún poblador de ese mágico lugar exigirá validar las pruebas que supuestamente sostienen lo planteado, dado que sabe que estaría expuesto a ser calificado de hereje, racionalista dogmático o materialista, entre otros apelativos según la etapa de la historia contemplada.

Es así como en el terreno de los paranormal y lo espiritual, se brindan explicaciones no comprobables, que poco a poco se van superponiendo, como podría hacerlo un niño cuando pretende siempre tener poderes que superarán sucesiva e infinitamente a su rival de juegos, hasta confeccionar un hermoso mantel de paparruchas que pretenden explicar algo, según el antojo del costurero, logrando encantar a incautos que perciben este baño de falacias como la ilustración más profunda y esclarecedora, pagada con tarjeta de débito, crédito, cheque o claro está efectivo.

Ocurre entonces que, aun cuando sea por distintas trayectorias, ambos móviles pueden llegar a encontrarse ante la atónita mirada de la opinión pública, ocasionándose bruscas colisiones en las que, el potente, robusto y confiable camión de la ciencia, puede hacer trizas al frágil
unicornio que ha llegado allí producto de la hiperactiva imaginación de algún creativo, y la incontenible avaricia de algún estafador. Estos accidentes suele dejar saldos lamentables… en las cuentas de los vendedores del misterio, pues el crédulo seguidor de la caravana de fantasía puede darse cuenta del peligro que corre al continuar su viaje por una vía que no recopila pruebas para luego concluir, sino que concluye y luego se inventa las pruebas. Esperemos pues que cada día mas personas abandonen ese fatídico convoy, por el bien de la posteridad.

2 comentarios:

Desde Andoria con amor dijo...

Muy bueno el diagrama de flujo!!!! te ha quedado chapeau!!!!
María

Demóstenes Quijada dijo...

Gracias por tu aliento María, estás siempre bienvenida a Fabulopia, espero que el resto del contenido tambien sea de tu agrado y que lo compartas.